Las briófitas son las primeras plantas que colonizaron los ambientes terrestres y podemos reconocerlas en la naturaleza por su color verde, donde cubren suelos sombríos, bases de árboles, superficies rocosas e inclusive el cemento de muros y veredas. Su conformación varía desde plantas de forma aplanada y ondulada (sin ser perceptibles las hojas dispuestas en un tallo) hasta plantas con tallo y sus hojas.


 

Su ciclo de vida alterna una generación productora de esporas que es efímera y una generación productora de gametos que es permanente en la naturaleza y es la que más observaremos en nuestro recorrido por la exposición y en la naturaleza.


 

Se distribuyen en todo el planeta, tanto en zonas áridas como en montañas  y polos, siendo exuberantes en los bosques. En nuestro país podemos observarlas desde el altiplano a la costa y con mayor abundancia en la zona de los bosques templados y por supuesto en las turberas. Pese a su tamaño, las briófitas son plantas verdes que realizan fotosíntesis, contribuyendo así con la producción del oxígeno que respiramos.